Y tú ¿Qué eres?
Esta pregunta que habrás hecho y que te habrán hecho en multitud de ocasiones cobra otra dimensión cuando el receptor es alguien que está en desempleo, porque ¿cómo crees que se siente alguien que no trabaja cuando se le pregunta a qué se dedica? Pues habrá quién no sepa contestar, quién no encuentre una descripción suficientemente asertiva, coherente u optimista, algun@s incluso mentirán o adulteraran su respuesta, mientras que otros parafrasearan incoherencias para evitar ser “juzgados” por quienes tienen frente, y habrá quienes simplemente, no sepan que contestar.
En un país como España con una tasa de desempleo de más del 21% según la última encuesta de población activa (EPA) del mes de octubre, y con una cultura que, en muchos casos, hace sentir vergüenza a quienes no tienen trabajo y donde esta situación es vista en ocasiones como sinónimo de fracaso, ¿cómo crees que se consideran quienes forman parte de estos números?
Parece que existen dos realidades o mundos opuestos, por una parte los que tienen trabajo y por otra parte los que no lo tienen. Aunque a mí me gusta hablar también de un tercer escenario y, reconozco que últimamente me he encontrado (y para bien) a muchas abanderad@s de esta tercera realidad, los que yo califico como los “desempleados (hiper) activos”.
Y es que cuando estás en desempleo, hay varias formas de vivirlo o colores con los que poder ver esta experiencia a nivel emocional:
– Puedes vivir esta experiencia desde la angustia o desde el color negro y ojo que no estoy queriendo decir que el panorama no sea negro en esta situación, tampoco estoy quitando importancia al asunto porque conozco muchos casos teñidos de cuasi tragedia y que llevan al límite a algunos hogares, no, no me refiero a que no sea complicada la situación, me refiero a la forma en que voluntariamente cada un@ vivimos esa experiencia. A esta angustia, a este color negro también la acompañan la incertidumbre, el estrés y la desmotivación, sobre todo, en situaciones prolongadas en el tiempo, donde el desemplead@ termina perdiendo hasta su identidad laboral, y a la pregunta ¿a qué te dedicas o qué eres? responderán con un «estoy en paro» (que al fin y al cabo, no es una identidad, sino simplemente una situación transitoria). Los desempleados en negro, viven como hemos dicho, desde el color zaíno, desde la apatía, la desidia, dispuest@s a agotar la duración de su prestación de desempleo, regocijándose en su papel de víctima, recordando tiempos mejores, lamentándose de no haber hecho más para evitar esta situación, y quejándose de la falta de oportunidades para salir de ella, pero sin gastar las energías en ningún otro proceso, más que en esperar que éste (el trabajo) caiga del cielo.
– También puedes vivir del desempleo desde la pasividad o desde el color gris (vamos! desde la falta de energía o al menos de la energía suficiente para emprender un verdadero proceso de búsqueda de empleo), cuando hablamos de desemplead@s grises, hablamos de los que se apuntan a la oficina del INEM, buscan de vez en cuando ofertas en algún portal de empleo (aunque no hayan actualizado su perfil desde la última vez que les hizo falta, y créeme, en algunos casos, de ésto hace siglos), consultan boletines oficiales, buscan en bolsas de empleo, incluso envían o entregan curriculums a las empresas del polígono industrial más cercano, esperando obtener una respuesta inmediata, pero sin tener en cuenta quién es el destinatario ni diferenciar a unas empresas de otras. Este tipo de desemplead@s suelen agotar su prestación por desempleo, esperando que “caiga la breva” pero sin hacer mucho más esfuerzo ni dedicar muchos más recursos.
– Y por último puedes vivir el desempleo desde la (hiper)actividad o desde el color azul, los desemplead@s azules son personas con confianza en sí mism@s, personas normales como tú o como yo, que asumen el desempleo como una situación transitoria, que se mantienen activas, (hiper)activas en muchas ocasiones, no se pierden ningún evento, conferencia o jornada de networking, realizan cursos de formación, colaboran como voluntarios en muchas causas, y crean y gestionan una rica red de contactos o comunidades de las que aprender y con las que compartir, porque nunca se sabe qué oportunidad te puede deparar ese contacto profesional, hablamos de desemplead@s que aprovechan su tiempo para estudiar, para mejorar sus puntos débiles, para conocerse al fin y al cabo, y para llevar a cabo todo tipo de actividades que no sólo mejoraran sus oportunidades laborales sino que les permitirán ser “futuros empleables” y sobre todo, “futuros emplead@s”. Los (hiper)activos o azules han sabido identificar y encontrar un significado al desempleo, resumiendo y en pocas palabras, la autoconfianza en que se trata de una oportunidad de mejora.
¿Pero, cómo pasar de vivir el desempleo en negro a vivirlo en azul? ¿cómo hacerlo sin pasar antes por el gris y sin caer en la pérdida de identidad laboral?
La primera clave es mantenerse activ@, o mejor dicho sentirse activ@, y sobre todo manifestarlo, exhibirlo, expresarlo, porque no es lo mismo decir “No tengo trabajo” que decir “Estoy buscando una nueva oportunidad profesional en… tal o cual sector, y por eso estoy ahora mismo llevando a cabo… tal o cual actividad, o estudiando y preparando tal cosa o proyecto”.
La segunda clave sería tener bien definido un discurso o un buen formato de «elevator picht» o discurso profesional, sobre lo que te mantiene activ@, o lo que es lo mismo, tener claramente definidos tus objetivos profesionales, dónde estás y qué estas haciendo para alcanzar tu meta laboral, y supuesto, esos objetivos deben estar íntimamente relacionados con las actividades que llevas a cabo mientras encuentras tu trabajo.
Si te mantienes activ@ no solo incrementaras y multiplicaras por siete tus posibilidades de encontrar trabajo, sino que también tendrás una sensación mental positiva, no sólo como profesional sino como persona, y al mismo tiempo tendrás más y mejores ideas para optimizar tu búsqueda.
Mi consejo para pasar del negro al azul (y así de camino, salir de tu zona de confort) es sencillo: Te recomiendo que te hagas cuanto antes con una agenda, y empieces a llenarla de eventos, cursos, colaboraciones, conferencias, jornadas de networking (sal a la calle y crea y conoce a tus contactos!) y sobre todo, cumple con ella!, esta es la mejor forma de darle ritmo a tu vida de desempleado. Pasar del desempleo pasivo al desempleo activo es sólo cuestión o un cambio de actitud . (Y recuerda, la impaciencia y la negatividad no son buenas compañeras de viaje).
No quiero despedirme de ti, sin antes compartir contigo mi fórmula:
Desempleo en azul= Cambio actitud+Motivación+Esfuerzo diario+Una sonrisa
Y tú, ¿desde qué color vives el desempleo?
Foto by Manuel Morillo