Vale, con todo ésto del COVID y con las listas del paro a rebosar los procesos de selección se han convertido en una auténtica locura 😰.
📨 Vale, pero ya antes de todo ésto, a RRHH nos llegaban miles de curriculums para cubrir un único puesto.
Vale, también es verdad que no todos los departamentos de RRHH tienen personal suficiente como para dar respuesta a todas las personas que se ponen en contacto con la empresa para interesarse por un proceso de selección o para trabajar en ella a través de una autocandidatura.
Seamos sinceros, el trabajo de este departamento y de las personas que nos dedicamos a él ha crecido considerablemente desde el pasado marzo, pero además de todo ésto, hay otras cosas que también han cambiado con esta pandemia y que no podemos perder de vista si queremos seguir haciendo nuestro trabajo de una forma efectiva.
Ahora más que nunca, el proceso de selección no comienza con la publicación de la oferta, y por supuesto, tampoco acaba con la elección del candidato.
Porque lo que pasa en la empresa ya no se queda sólo en la empresa (🔊).
Y desde luego, cuando tomamos la decisión de qué candidato se queda, no podemos olvidarnos del resto de candidatos involucrados en el proceso de selección, máxime cuando éstos han mostrado interés a través de diversos medios (llamadas, correos o mensajes de Linkedin).
Es una cuestión de imagen de empresa, de rigor y profesionalidad en la selección y de estar pendiente de esos (grandes) detalles, que tampoco nos van a suponer una excesiva carga de trabajo.
Toda empresa debería ver también al candidato como su cliente, porque además no es descabellado pensar que lo puede ser en un futuro. Primero cliente y luego, prescriptor o embajador.
Por eso, hoy más que nunca, es primordial la imagen que transmite nuestra empresa durante todo este proceso y tu huella como profesional de ese sector.
10 buenas prácticas que hoy te harán mejor profesional de RRHH
1. Empecemos por ser humildes
Tu actitud y tu comportamiento determinan tu calidad humana. No eres tu puesto de trabajo o lo que dice tu título o categoría profesional, eres mucho más que eso. Así que no dejes que se te suba el éxito a la cabeza, no estás en una posición de superioridad, sólo eres el nexo de unión entre la empresa que necesita profesionales que les arreglen los problemas y personas que están dispuestas a ofrecer su talento.
2. Seamos cercanos y mostremos interés por la otra persona
Pero interés real, recuerda que nunca sabes cuando se pueden cambiar los papeles y ser tú la que esté sentada en la silla de los entrevistados. La persona que tienes delante no es un número, tampoco un curriculum, es un profesional, una persona que te puede solucionar en un momento dado la papeleta. Interésate por él/ella, por saber cómo te puede ayudar pero también por cuáles son sus expectatitivas, qué es importante para ella o qué debe tener la empresa por la que apueste.
Ésto también es aplicable a los profesionales que ya forman parte de la organización y que a veces vienen a preguntar por su IRPF, por los permisos para cuidar a sus hijos enfermos, o por aquella subida de sueldo que se le prometió en la entrevista y nunca se ha llegó a materializar.
EM-PA-TÍ-A.
3. En los procesos de selección, respondamos a quienes contacten con nosotros
Respondamos de forma ágil, y si no podemos hacerlo en ese momento, todos tenemos días en los que no nos da la vida, hagámoslo lo antes posible.
Tú eres la primera referencia que la persona tiene de la organización y/o empresa, así que todo empieza por ti. Contestar no te compromete a nada. Es verdad, que veces no todo depende de ti, los procesos de selección se paran, el responsable de área no se decide, no le cuadra nadie, o simplemente no tiene tiempo para pararse a analizar y tomar una decisión, incluso a veces los procesos desaparecen, no hay presupuesto o se organiza de forma que una persona de la casa cubre esa vacante, todo eso, no es excusa para no contestar.
Mantén, en la medida de lo posible, informado al candidato.
No elijas el silencio como forma de comunicación.
4. Facilitemos al candidato/a información real de la empresa
Todos necesitamos información para tomar decisiones. Para saber si la empresa en la que estamos haciendo la entrevista, es realmente donde queremos trabajar, a quién queremos vender nuestro talento, donde queremos pasar muchas horas, todos necesitamos conocer una determinada información.
Como profesional de RRHH, facilita en la medida de tus posibilidades, información (real) de la organización, cuáles son sus valores, pero los de verdad, cuál es el día a día, cuál es la cultura de empresa, cuál es el salario y las funciones del puesto. Puede parecer obvio, pero cada vez más, personas a las que acompaño en su búsqueda de empleo se quejan de no tener información suficiente, y basta con ver cualquier oferta en un portal de empleo para saber que es así.
Si el candidato/a no tiene toda la información te estás arriesgado a qué no sea realmente él o ella la persona que la empresa busca y necesita, con la consiguiente pérdida de tiempo, energía y dinero para la organización.
5. Mostrémosno coherentes en redes sociales y en el 2.0
Ay, de ésto podríamos hablar tanto, tanto rato…
Pero creo que con ésta reflexión de Eva Collado se resume todo ahora, más que nunca, coherencia.
‘SÓLO REMONTAREMOS Y NOS MANTENDREMOS SI NOS AFERRAMOS A NUESTROS VALORES Y LO HACEMOS DESDE LA COHERENCIA’.
Si te pasas el día predicando y hablando de tus virtudes y de las virtudes de tu empresa, que si es una empresa cercana, con ética profesional y con unos determinados valores y te conviertes en adalid de los mismos, pero luego la gente te conoce y no hay nada de eso, nada más allá de una apariencia pública, entonces habrás perdido toda tu credibilidad.
El éxito de todo profesional es que, cuando alguién nos conozca fuera de las pantallas nos diga ¡Eres igual a lo que se ve!
6. Cambiemos nuestros hábitos, no demos nada por hecho
Nuestros hábitos nos dan forma, somos lo que hacemos repetidamente. Seamos valientes y cambiémoslos. Porque los hábitos se pueden cambiar.
Que las cosas se hayan hecho hasta ahora así, no significa que sean correctas o estén bien hechas. El primer paso para consegir cambios, es cambiar uno/a mismo/a.
Si hasta ahora, tu empresa no contestaba a los candidatos que habían pasado por una entrevista, no significa que tenga que seguir siendo así, sobre todo, si esta situación no nos reporta ningún beneficio, si no que más bien da una mala imagen. Así qué, cambia la situación, expón a la empresa los beneficios que tendría a nivel de Employer Branding o de reputación de marca empleadora, el dar respuesta a los candidatos que han pasado por una entrevista, al final, nunca son más de 10 personas así que el trabajo tampoco sería extenuante.
Plantea a la empresa, ¿Cómo cambiaría la percepción del talento con respecto a nosotros si elegimos informarlos de cómo va el proceso? ¿Generaremos más confianza? ¿Resultaremos más atractivos de cara a ser la opción o empresa elegida? ¿Nos llegarán más personas realmente interesadas en formar parte de la organización?
7. Cuestión de organización
Redacta una respuesta modelo y personalizala. Te lo van a agradecer, no te imaginas cuánto.
Al final no son tantos los profesionales y empresas que lo hacen, y ésto marcará la diferencia con respecto a otros. En muchas ocasiones el programa o software de selección te da incluso esta opción de enviar una respuesta automática que puedes particularizar.
Es una cuestión de organización, así sin más. Los procesos de una organización tienen que estar vivos, no pueden permanecer estáticos, no, si la misión de la organización es perdurar en el tiempo y aportar valor a la sociedad.
Además, aquí tengo que recalcar que nunca debemos cerrar la puerta a los candidatos que han quedado en esa terna final. Puede que hayamos acertado en la persona elegida, pero se pueden dar muchas circunstancias en su incorporación, que no pase el periodo de prueba o que tengamos una nueva vacante en los próximos meses. Cuida a esos profesionales finalistas más que nunca.
8. Centrémosnos en lo bueno
Céntrate en lo bueno de los demás, no te centres nunca en sus debilidades.
Sí, lo has leído bien. Si te dedicas entre otras cosas, a buscar y desarrollar el talento de otros, no te puedes fijar sólo en lo que no saben hacer, ¿has probado a poner el foco en sus fortalezas? hay cosas que se pueden aprender, se pueden entrenar, pero a veces hay que ser generosos.
9. Rodeémosnos de profesionales mejores qué nosotros
El día que tomé consciencia que no había peor competencia que la de mi propio ego, comprendí que sólo admirando a otros podía crecer personal y profesionalmente.
Cambia el chip, es un ejercicio muy sano rodearse de mejores personas que tú.
Admirar a otros, con honestidad, dejando a un lado el peloteo y la envidia, te dan la posibilidad de construir una mejor versión de ti, así que escucha de verdad a quien pueda hacerte mejorar. Estoy convencida de que casi todas las personas tienen algo preparado para ti, algo que mostrarte, algo que te aporte, solo tienes que adquirir el hábito de ver las virtudes en los demás.
10. Nuestra marca personal solo brilla cuando otros brillan
Ya lo dice Elena Arnaiz exprime toda tu energía en hacer brillar a las personas que tienes a tu lado. A cuántas más mejor, en la medida que puedas y usando los canales que tienes a tu alcance. Las personas que consiguen mejores resultados están más orientadas en poner en valor a otros.
Eres la suma de las personas que ayudar a brillar.
Conclusión
A lo largo de mi vida laboral he colaborado en empresas de toda índole, más grandes, más pequeñas, de un sector y de otro, con unos valores claros y sin ellos.
Pero además he participado en muchos procesos de selección, tanto sentada en un lado de la mesa como profesional de RRHH, como en el otro, como candidata. Y estoy segura de lo que volveré a estar y esa sensación de ¿en qué he fallado? ¿por qué no me llaman? o ¿qué es lo que no les cuadra de mí? es muy desagradable y frustrante. Por eso, siempre he valorado mucho aquellas empresas con procesos transparentes y profesionales (-trans)lúcidos.
Dicho ésto, también es verdad que en muchas ocasiones me he quejado porque me gustaría que los candidatos y los trabajadores se pusieran en nuestro lugar, no siempre la decisión depende de nosotros, no siempre está en nuestras manos.
Así que, en esa parte que dependa de tí, en aquella parte sea parte que sea tu resposabilidad como buen profesional haz uso de todas estas buenas prácticas, porque si hay algo que tengo claro tras +16 años de experiencia profesional es que no se puede ser buena profesional si una no es buena persona.
2 ideas sobre “Por qué responder a un candidato en un proceso de selección te hace ser mejor profesional”
Muy importante en el momento en el que estamos hacer lectura de estas 10 acciones.
Me ha encantado el punto 9. Siempre tan necesario para aprender y crecer.
Un abrazo compañera
1000 gracias Antonio por leerme y por tu apoyo, espero que te haya resultado útil. ¡Un abrazo!