Me han despedido, y ¿ahora qué hago?

Viernes a mediodía, suena el teléfono, es tu jefe que quiere hablar contigo. Al entrar miras su cara desencajada y notas el ambiente tenso, encima de su mesa hay unos papeles que debes firmar, el resto ya es historia.

Efectivamente, te han despedido. Y ¿ahora qué?

Si alguna vez has pasado por esta situación sabrás de lo que te hablo, y cómo tan solo en unos minutos pasas de tener un trabajo que te gusta más o menos, de tener una rutina, en definitiva de ser una persona normal a no saber ni para donde tirar. Si por el contrario, todavía no has sufrido esta situación, enhorabuena, aunque lo más normal es que tarde o temprano te toque pasar por ella. Tranquila/o puede ser el final de una etapa, pero también puede ser un nuevo comienzo.

Cuando me despidieron la primera vez, a pesar de tratarse de un ERE llegué a pensar que había hecho algo mal, o que podría haber hecho las cosas de otro modo para evitarlo. Hoy con el paso del tiempo soy consciente de que hay cosas que no están en nuestras manos y que no dependen de nosotros, por tanto, no podemos hacer nada para cambiarlo. Un despido, con todo lo que conlleva, es una de las situaciones más desagradables y complicadas con las que nos podemos encontrar en nuestra carrera profesional, tenga o no que ver con nuestro rendimiento.

No conozco a nadie que tras un despido no haya pasado por su propio periodo de duelo, sí has leído bien, un duelo, igual que cuando perdemos a un familiar o ser querido. Pasas de una sensación de incredulidad dónde no entiendes porque te ha tocado a ti, del enfado a la ira más absoluta y tras un tiempo a la aceptación y tristeza. Eso por no hablar de la sensación de estar completamente perdida/o. Como es algo muy normal, y como te decía más arriba es probable que en algún momento te toque pasar por ello, he querido escribir este post donde darte algunas pautas que te resulten prácticas.

No voy a poder evitarte el dolor, es incluso necesario que pases por ahí, pero intentaré darte algunos tips para hacerlo más llevadero.

Lo primero, el papeleo 📝

  • Si tu jefe te ha pedido que firmes los papeles de despido, hazlo, pero indicando en todo momento la fórmula ‘NO CONFORME’ en todas las páginas hasta que puedas comprobar con un abogado/a o con un/a profesional que se ha cumplido con la legislación y que se han respetado todos tus derechos como trabajador/a. Tendrás un plazo de 20 días hábiles para interponer demanda contra la empresa en caso de no estar de acuerdo con el motivo de despido alegado. En todo caso, la empresa debe facilitarte siempre, la carta de despido, el finiquito y la indemnización que te pertenezca. También es posible que te ingresen esta cantidad en las siguientes 48-72 horas, pero en cualquier caso, deberá establecerse este extremo en la propia carta de despido. Estos documentos deberán estar firmados y sellados por la empresa e indicar la fecha real en la que se produce.
  • Conciliación. Antes de interponer demanda puedes intentar llegar a un acuerdo con la empresa interponiendo en el plazo de 20 días hábiles desde la notificación de despido una papeleta de conciliación en el servicio de conciliación de tu comunidad autónoma. En caso de no estar de acuerdo con la cantidad abonada por la empresa en concepto de indemnización o con los salarios percibidos tienes un año para interponer demanda por reclamación de cantidad.
  • Preaviso. Cuando se trate de un despido objetivo, la empresa deberá otorgar un plazo de preaviso de quince días naturales, computado desde la entrega de la comunicación personal hasta la extinción del contrato de trabajo. Durante el período de preaviso tendremos derecho a una licencia retribuida de 6 horas semanales con el fin de buscar nuevo trabajo.
  • Bienes de empresa. Si en el momento del despido tenemos cualquier bien de la empresa como un portátil, móvil o coche, y nos solicitan la devolución, debemos pedir que la empresa ponga por escrito que devolvemos dichos objetos.
  • Inscríbete como demandante de empleo en el servicio público de empleo, siempre y cuando ya hayas disfrutado de las vacaciones pendientes. Recuerda que esta situación es una situación asimilada al alta y aunque no estés trabajando de forma efectiva, estarás cobrando y cotizando por ello y no en situación legal de desempleo.
  • Paro. Pide cita en el SEPE y comprueba si tienes derecho a paro. En caso positivo, solicítalo, en este enlace podrás comprobar la cuantía y la duración a la que tienes derecho. Puedes realizar los trámites de forma presencial, a través de una cita en tu oficina o telemáticamente si dispones de certificado digital. Es importante que tengas en cuenta que hay un plazo de 15 días hábiles a contar desde el día siguiente a la situación legal de desempleo para solicitarlo.

Es necesario que todos los temas legales quedan solucionados lo antes posible para poder olvidarnos de ellos.

Lo siguiente, toma decisiones

Cuando me han despedido siempre he intentado no quedarme anclada en esa situación. Y reconozco que es realmente difícil porque en cuestión de minutos tu vida se desploma como un castillo de 🃏, pasando por nuestra cabeza pensamientos del tipo ‘no volveré a encontrar trabajo’, ‘no encontraré una empresa que me pague como esta’ o ‘y ahora quién se va a fijar en mí con los años qué tengo…’

Ahora sé que estos pensamientos no hacen más que alimentar nuestra preocupación y llegar a producirnos situaciones de ansiedad extrema. Por eso es muy importante ir avanzando en cada etapa. Piensa que el despido es ya pasado.

  • Ahora te toca decidir en el presente. Empieza a tomar decisiones ¿Voy a tomarme un tiempo de reflexión? ¿Cuánto? ¿Necesito formarme en algún área? ¿Es el momento para certificar mi inglés? ¿Voy a buscar curro solo/a o voy a pedir ayuda? ¿Tengo claro qué tipo de trabajo puedo realizar? ¿Qué me hace diferente de otros candidatos/as? Si no tengo ni idea, ¿Cómo puedo averiguarlo?
  • Coge papel y lápiz y ✍🏻. Escribir puede ayudarnos a desbloquear algunas emociones asociadas a nuestros pensamientos, hace que veamos más claras nuestras metas y deseos y también, puede ayudarnos a comprender situaciones que nos hacen daño.
  • Actualiza tu curriculum y tus redes sociales. Serán tu mejor carta de presentación, así que dedícale el tiempo necesario. Y si no puedes hacerlo solo/a pide ayuda. Puedes encontrar múltiples opciones: orientadores/as laborales de tu ayuntamiento, programas de empleo gratuitos gestionados por tu comunidad autónoma o lanzaderas de empleo.

Es el momento del cambio

Seamos claros, el despido es una auténtica p****a para cualquiera, pero también nos ofrece la oportunidad de cambiar aquello que no nos gusta, reiventarnos o seguir creciendo profesionalmente. A lo mejor ahora es el momento de llevar a cabo esa idea que lleva tiempo rondándonos la cabeza. Si tienes una idea y quieres emprender quizás puedas pedir apoyo y acompañamiento en los Centros Andaluces de Empredimiento o como se llamen en tu comunidad estos organismos.

Es posible que al principio no veamos nuevas opciones por ningún sitio, pero créeme, las hay, solo necesitas tiempo y acción. 

Y si no las encuentras, pide ayuda, porque la vida no se acaba con un despido, un despido tan sólo te saca de tu zona de confort.

 

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