Despedir humanamente: 10 claves para conseguirlo

 

+300: Echo cuentas y ese es el número aproximado de personas a las que me ha tocado despedir durante mis casi 16 años como profesional de RRHH, muchos de forma individual y otros tantos a través de un par de ERES. 

No, no es algo de lo que me enorgullezca, pero siendo honesta tampoco se me cae la cara de vergüenza, siento que es parte de mi trabajo.

¿Podría haberlo hecho mejor? pues con casi toda seguridad sí, yo lo he hecho lo mejor que he sabido (podido).

Pero, a pesar de todo ¿se puede hacer un despido de forma humana? Sí, rotundamente sí.

Quiero que sepas que esos 300 no son para mí sólo un número, porque recuerdo las caras, algunas de sorpresa, otras de auténtico pavor, llantos, risas nerviosas, algunos se lo esperaban y a otros los cogía practicamente por sorpresa, recuerdo casi todas las conversaciones y sobre todo, los silencios detrás de cada persona.

Pero no te creas, que también me ha tocado estar al otro lado, a mi también me han despedido, no una, ni dos veces, a mi también me ha tocado escuchar eso de ‘lo siento no vamos a seguir contando contigo’.

Por todo esto, creo que me he ganado con creces el derecho a escribir sobre este tema. Porque he aprendido a hacerlo, cada vez mejor, si es que ésto se puede hacer bien en algún momento. Si sigues leyendo este post encontrarás 10+1 claves para plantear esta situación de una forma humana y ética, basada en mis valores que sé que son compartidos por muchos colegas.

 

Despedir es un proceso la mayoría de las veces, muy desagradable

No sé que pensarán de ésto el resto de colegas de profesión, pero sin duda, para mi ésta es la parte con diferencia más fea y más desagradable de todas dentro del trabajo de RRHH.

Lo que nadie quiere hacer, lo que muchos responsables de área o directivos encaloman al técnico de RRHH de turno para quitarse el marrón de encima.

Grábatelo, nunca va a ser fácil y tampoco hay una fórmula secreta, un despido sólo se puede hacer desde la humanidad, el respeto, la educación y la claridad.

Nada es tan simple como parece

Partamos de la base que un despido es un trance doloroso para cualquier trabajador pero, la mayoría de veces tampoco es un trago sencillo para la empresa.

Dicho ésto, con suerte la comunicación del despido la asumirá el responsable de área o directivo, en otras muchas ocasiones como os comentaba al principio, esta desagradable responsabilidad es asumida por los profesionales de recursos humanos.

Y sin duda alguna, el principal damnificado siempre será el trabajador, por eso el profesional de RRHH debe tener muy claro cómo y qué pasos tiene que dar, para poder anticipar cualquier imprevisto, hacerlo de forma aséptica y rápida (cómo una intervención quirúrgica) aunque sin perder la compasión hacía la otra persona.

Las razones del despido

Ante todo, quiero ser honesta y en base a mi experiencia tengo que deciros que no siempre hay razones de peso para cesar a un trabajador, y en muchas ocasiones se aprovechan circunstancias como crisis económicas o incompatibilidad de caracteres o falta de feeling entre jefes y empleados para respaldar esos ceses como despidos.

Desde mi punto de vista, la única premisa que debe tener muy clara el responsable de comunicar un despido es que debe ser capaz de explicar al trabajador por qué se le va a despedir con concisión y claridad, y no bastará con frases hechas como ‘es que ha bajado tu rendimiento o tu productividad en el último año ha sido menor’.

Pero, ¿qué pasa cuando la persona que comunica el despido no da explicaciones al trabajador sobre los motivos o se excuda en que no es su responsabilidad? ésto pasa en muchas ocasiones, demasiadas para mi gusto…

Querido colega: Te guste o no te guste, si vas a comunicar un despido, sea o no tu responsabilidad, si lo va a hacer, tienes que asumir las consecuencias y tener claras las razones por las que un empleado debe dejar la empresa. También, obviamente tienes que cuidar al máximo las formas y mantener en todo momento una actitud benévola hacia el trabajador.

Dar a un acto como un despido importancia, y saber hacerlo es darle a este hecho la importancia que merece. Saber cómo despedir a un trabajador correctamente humanamente dice mucho de los valores de una empresa y de quién la dirige.

Por lo tanto, el cómo hacer un despido debe estar contemplado en el protocolo de la organización y no me refiero sólo a que esté reflejado dentro de los procedimientos de la organización, que también, sino a saber gestionarlo a nivel emocional, desde la EMPATÍA pero sobre todo, desde la HUMANIDAD.

Autocrítica: y cuando ésto acabe pensemos como profesionales de la gestión de personas, en qué hemos fallado, porqué no ha salido todo cómo se esperaba, o si se podría haber tomado otra decisión o hacer las cosas de otra forma.

10+1 Razones para hacer un despido humanamente

  • Busca un lugar adecuado y tranquilo, qué no esté a la vista de otros compañeros. Si tienes que hacerlo, no lo hagas a última hora de la jornada y, por favor, evita los viernes.
  • Se respetuoso. Llama siempre a la persona por su nombre, generarás un clima de confianza y respeto.
  • Se muy claro con los motivos del mismo. Por favor, no te vayas por los cerros de Úbeda, ve al grano y luego explicale qué plazos y qué acciones tiene que llevar a cabo para reclamar si no está de acuerdo.
  • Prepara previamente la conversación. Por supuesto, argumenta siempre tu discurso sobre la base de unos hechos objetivos y no te centres en la persona y en su actuación, porque entonces podrías perder toda objetividad.
  • Evita la retórica innecesaria, qué tú no eres Dios ni estás por encima de nadie.
  • Da tiempo al trabajador. Deja que lea la documentación las veces que necesite, deja que pregunte y respóndele en la medida de tus posibilidades sin crear controversia.
  • Deja que el trabajador muestre sus emociones y se exprese. Si tiene que llorar, que ésto es para llorar, que lo haga, si tiene que desahogarse que lo haga, lógicamente sin permitir nunca el insulto o la mala educación. Ponte en su lugar, debes entender que está en su derecho de sentirse enfadado, frustrado o traicionado.
  • Facilita la salida del trabajador (cumple siempre con los plazos, prepara la documentación de desempleo, pon a su disposición la indemnización correspondiente o las cartas de recomendación que necesite, intenta facilitarle un plan de outplacement o de recolocación).
  • Evita la rumología en torno al despido. Comunica personalmente la decisión tomada al resto del departamento ¡qué  no se enteren por terceros!
  • Facilítale el contacto con una persona de la empresa que aclare cualquier duda tras su marcha, también puedes ofrecerte tú mismo.
  • Agradece, agradece y agradece. Agradece sinceramente su tiempo de dedicación a la empresa, el trabajo, el esfuerzo, la contribución a los objetivos comunes.

Más allá de los requisitos legales y formales del despido, la empresa debe comportarse con la máxima humanidad con todos los profesionales, también si se trata de profesionales más conflictivos.

Permitir que el empleado tenga tiempo para recoger sus cosas, que se despida de sus compañeros, atender sus últimas peticiones si éstas son razonables y mostrar una imagen de unidad corporativa a lo largo todo el proceso, son algunas de las claves para conseguir que el despido sea lo menos traumático posible para todos y lo más humano posible, aunque ésto, sin duda, no implicará la ausencia de dolor por parte del despedido.

La forma en la que se abordan los despidos afecta enormemente a la marca empleadora de la empresa, recuerda que hoy día lo que pasa y cómo pasa no se queda dentro de la empresa, porqué esto afecta, por supuesto, al ambiente laboral de la organización, por lo que es importante encontrar la mejor forma de llevar a cabo este proceso tan delicado, así como el consecuente proceso de offboarding o salida del empleado.

Despedir a alguien significa comunicar que termina la relación laboral con esa persona. Profesionalmente, eso es lo que estás haciendo cuando despides, pero el cómo lo hagas marcará la diferencia. Independientemente de lo que haya llevado al despido de esa persona, demuestra siempre compasión, educación y respeto.

 

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